ZODIAC: UN POLLUELO ABANDONADO Y EL MAL PRESENTADO



Después de eso en la mañana siguiente, era sábado así que no tenía que ir a la escuela gracias a dios, mis padre me dijeron que íbamos a ir a un  picnic llamado el bosque de los venados, no tenía muchas ganas de ir sin embargo no tenía opción así que fui con ellos llevándome en mi mochila unos audífonos, el libro maldito, mi celular solamente.

 

-¡YA ES HORA!- grito mi madre desde la escalera.

 

-¡¡Bien ya voy!!- respondí, mientras acomodaba las cosas en la mochila.

 

Rápidamente me puse mi tenis y una gorra para cubrirme del sol.

 

-bien ya estas listos, vámonos- dijo mi padre mientras estaba saliendo a encender el carro

 

 Mi padre comenzó es encender el coche.

 

-¿¿si llevas todo??- pregunte mirando a mi madre.

 

-SI, claro- contesto

 

Para ser honestos mi madre usualmente olvidada la comida cuando se trataba de picnic, así que le dije a mí me traje unos panes, jamón, mayonesa, atún, etc... En cuanto al recorrido era lo mismo trayecto solo que esta vez tenía mis audífonos y el viaje no se me iba hacer tan tenso o pesado en este caso. Cuando llegamos al bosque  buscamos el lugar más hermoso, en pocas palabras la que a mi mama le gustara, asi que después de caminar unos minutos por fin escogimos un lugar  creo que cerca de un lago ya que se escuchaba un riachuelo.

-Bien  haremos el picnic aquí- dijo mi madre mirando alrededor.

-ok- contestamos mi padre y yo.

-Oye, hijo podrías ir por leña para el fuego- dijo mi madre mientras extendía la manta.

-Pero  no se suponía que era solo un picnic-pregunte, pero mi padre en eso me sorprendo con unos malvavisco que tenía escondidos en su chamarra.- bien iré por la leña-

-gracias hijo- contesto mi padre o bueno eso alcance a escuchar.

Pero no se me sentía muy raro porque tenía una sensación rara, no había ninguna visión o aquella sensación de hormigueo cuando conjure un hechizo sino todo lo contrario.

-SIMON- un susurro.

-¿Debo estar loco?-dijo entre dientes,-Ma…- me interrumpí pues cuando volví a ver ya no estaban atrás de mi pensé que no me había alejado de ellos lo sufriente pensé que solo había caminado  11 pasos, y que no estaba tan lejos de ellos, pero desaparecieron.

-Simón- nuevamente ese susurro.

Comencé a espantarme, un frio recorrió toda mi espalda, me dio a dar calor y comencé a temblar.

-¡! SIMON!!- esta vez no fue un susurro sonó como alguien gritando en mi oreja.

-¿QUIEN ERES!!!- GRITE.- ¿COMO SABES MI NOMBRE?.

-YO SOY EL MAL QUE AS DESPERTADO- la voz se escuchaba sonora y fría.

-EL-MAL-QUE-ACABO…- dije entre líneas asustado.

-SI- la voz era más intensa.- que acaso no leíste la primer advertencia??.

-De que advertencia estás hablando??-pregunte apenas si podía elevar mi voz.

-ok-

En eso aquel libro que estaba en mi mochila fue rápidamente arrebatado, sentí como estaban abriendo mi mochila y no solos eso aquella presencia no sé si me toco el hombro pero el miedo he adrenalina se apodero de mi me petrifique sentí como mis miedo se hacían realidad.

-oh, lo siento- la voz sonó burlona.- déjame  leerlo por ti lo que dice este verso.

Veía como alguien podía darle vueltas a las hojas del libro, aunque no podía ver sus manos o rostro.

-Interesante, veo que aún no as descifrado el resto de las páginas, solo tiene un pequeño verso de advertencia, ¡ESTUPENDO!-

Nueva mente una ráfaga de aire me cubrió, el miedo y mis temores volvieron a dejarme petrificado.

-Podría matarte con un solo golpe o chasquido-.  Un silencio se apodero cuando dijo eso.- Pero no lo are, no así. Tengo cosas que destruir, cosas que matar y un ejército que debo resucitar- la voz se oyó más tenebrosa.- en ese momento el libro cayó al suelo y poco a poco aquella cosa comenzó a revelarse ante mis ojos.

Sus manos eran largas pero no tenía carne más que puros huesos afilados como cuchillas, piernas no tenia, el pecho era carne podrida con hoyos mostrando los hueso, el cuello igual, pero la cara era una especie de bestia, dientes afilados como chuchillos, ojos rojos como la sangre, sin orejas ni pelo, solo carne, podrida he igual unas partes enseñando los huesos.

-Antes de que grites, permíteme presentarme Silent deaht- dijo con una voz aguda he siso una referencia.-ADIOS nos volveremos aver.

Comento mientras se desvanecía, no podía gritar, no moverme aun, el terror y el miedo se estaba desvaneciendo poco a poco, hasta que por fin me pude mover, todo alrededor comenzó a tornarse raro, un viento me sacudió, me tape los ojos para que  nada de polvo o piedras me lastimaran mis ojos y cuando por fin el viento se quitó vi que estaba en lo profundo del  bosque.

-Pero como es que llegue aquí- dije con voz nerviosa, aunque no sé si lo que vi era un sueño.-Debo regresar con mis padres.

 En ese momento di la media vuelta para ver si hallaba un camino pero justo iba a dar el primer paso, escuche un sonido como de un pájaro abandonado. Trate de controlarme ya que aún me sentía débil y nervioso. El sonido venia de un árbol que estaba de lado izquierdo creo que era un roble. Quite las hierbas que estaban por ahí he en la base del árbol había un pequeño polluelo sin plumas me imagino que apenas recién nacido, lo tome y lo puse en mi playera como una especie de bolsa lo abrase, era cálido  pero no trate de no hacer tanto esfuerzo para no lastimarlo. Pero  había algo más una inscripción en ese mismo árbol.

-SIIIIMOOOON-

-HIJO, ¿DOOOONDE ESTAS?-

 Se escucharon unos gritos así que no pude leer la descripción, fui rápidamente a buscar esas voces ya que eran mis padres.

-¡maaamaaa!, ¡paaapaaa!, ¡AQUÍ ESTOY¡-Grite y empecé a correr mientras agarraba mi playera para que el polluelo no se cayera.

-ya vamos- los dos gritaron.

Me quede quieto ya que el polluelo sentía que se me estaba resbalando he también ya estaba algo inquieto, a los pocos segundos ya comenzaba a inquietarse. Trataba de acomodarlo o arrullarlo pero en eso llegaron mis padres.

-oh, gracias a dios que estas bien- comento mi madre acariciándome y casi me abrasa cuando la detuve.

-pero, ¿Qué tienes?- dijo algo sorprendida y preocupada.

-perdón, pero encontré a este pequeño y no pude devolverlo, no encontré su nido- dije algo preocupado.

Pero justo con mi padre iba a decir algo, una tormenta comenzó a soplar, mi padre me tomo de la mano al igual que mi madre y comenzamos ir al picnic, subimos las cosas  en pocas lo que estaba en la canasta, cuando empezamos a sentir las primeras gotas no apagamos el fuego, agarre el pequeño bolso que me hice, en cuanto todos estábamos arriba arranco el coche. Cuando por fin estábamos lo bastante alejados aquel escalofrió me volvió a recorrer todo el cuerpo, mi  corazón comenzó a latir rápidamente, mis manos he piernas comenzaron a temblar, mire al polluelo he el estaba igual asique trate de cubrirlo con mis dos manos sin lastimarlo y se sintiera protegido. Pero era imposible. En eso solo escuche la misma voz de aquel sujeto o demonio diciendo << EMPIEZA LA DIVERSION>>


Comentarios