Corazón de Hielo Capitulo III Libre Soy

 

Esa misma noche Liam se dirigía  a la montaña lejos del reino, Ángel por otro lado preocupado se dirigió hacia el castillo donde yacen los demás personas aterradas y preocupadas por lo que había pasado.

-Tranquilos, mi hermano no les hará daño- dijo Ángel con voz tranquila.

-Ángel ¿acaso tu sabias?-pregunto la princesa.

-No, jamás-dijo Ángel confundido.

De pronto aquel  jefe comercial  que había llegado al reino grito << ¡NIEVE!, el rey a embrujado esta tierra, debemos ir tras el>>, Ángel al ver escuchado eso lo detuvo.

-¡ALTO!, yo iré a buscar a mi hermano y arreglaremos este mal entendido- dijo Ángel algo dudoso- ¡MI Caballo!, dejo a la princesa Anabel a cargo.

-estas seguro de esto, es que me preocupa que tu hermano te pueda….- se  detuvo en la oración pues no soportaba pensarlo.

-Tranquila, es mi hermano el jamás me haría daño- dijo Ángel mientras miraba a Anabel cariñosamente.-¡Jía! Se marchó.

Después de eso, varios aldeanos se refugiaron en sus casas para mantener el calor, al igual que los otros príncipes, princesas, jefes de grandes mercados se habían metido al castillo.

Mientras tanto en el bosque.

Ángel algo asustado y con mucho frio  gritaba por su hermano pero ninguna respuesta, en ese momento un montón de nieve cayo de una rama el cual el caballo se asustó causando que Ángel callera hacia un rio congelado.

-¡no espera¡-grito Ángel pero ya era demasiado tarde, pues el caballo ya se había ido.

Ángel al momento de levantarse del rio y debido al frio rápidamente su ropa se congelo rápidamente, pero de repente una luz  se prendió iluminando un poco el lugar. Pues era una pequeña cabaña que se encontraba por ahí. Ángel aunque no podía caminar debido a su ropa congelada pudo hacerlo poco a poco. Al subir a la cabaña  tiro la nieve que se había acumulado en el letrero el cual al caer la nieve decía. “Gran butic y tienda del gran wouquen”

-wau, y spa- dijo Ángel algo interesado. (Abrió la puerta).-Am hola.

-yujuuuu- dijo el gran wouquen desde el mostrador.

-hola que tal, este no tendrá ropa o cosas de invierno y también de casualidad no vio a una chica por aquí?-dijo Ángel con frio.

-eso está en el departamento de invierno- respondió de acuerdo a lo de cosas de invierno o ropa- y no la única loca para salir con este frio eres tú..

En eso entro otra chica cubierta de nieve.

-tú y esta otra chica- termino el gran owen la frase.

En ese momento mientras aquella chica agarraba lo que buscaba, Ángel fue a tomar unas botas y un abrigo que estaban ahí.

-zanahorias- dijo aquella chica.

Angel estaba haciendo que no escuchaba pues pensó que le hablaba a owen, pero se le quedaba viendo a él. En eso pues con su mano se señaló a sí mismo para aclarar que le hablaba a él.

-atrás de ti- dijo la chica

-aah ok-dijo Ángel quitándose del camino.

-cuento es?- dijo más aventaba una cuerda.

-son 30- dijo Owen amablemente.

-¡30¡ no 25- dijo algo molesto.

-entonces solo las zanahorias yaa- dijo el gran owen mientras ponía la cuerda a un lado.

-¿Por qué?- pregunto la chica la chica nuevamente.

-porque, la cuerda es un accesorio de invierno del cual por ahora es una fuerte oferta y demanda- dijo el gran owen.

-usted cree que sufre de una fuerte demanda y oferta, yo vendo hielo- dijo.

-huy, eso no parece ser un buen negocio ahora-dijo Ángel riendo un poco.-am perdón, pero solo quiero preguntarte ¿has visto a una persona o has visto algo extraño de casualidad?

-si, por la montaña del sur- dijo la chica.

-la montaña del sur- susurro-y ¿fue algo muy raro que hiso que te pasara esto?

-si- dijo algo molestas-ahora si me disculpas estoy haciendo un trato con este ladrón.

Al escuchar esa palabra el gran owen se levantó del mostrador del cual los asusto un poco pues casi tocaba el techo de la cabaña.

-¿qué dijiste?- pregunto.

Solo fue un minuto de silencio cuando el gran owen la saco de su tienda volando.

-no, Ezben no traigo las zanahorias, pero encontré un lindo refugio  donde podemos dormir y sin pagar- dijo mirando desde afuera como una especie de almacén  se veía, el alce volteo para verlo y con un rebuzno se entiendo como “bueno”.

-disculpe esa interrupción, es todo ya- dijo amablemente.

Ángel se quedó pensando en lo que acaba de pasar mientras miraba un poco las cosas que iba a comprar la muchacha.

MIENTRAS EN EL ALMACEN.

El alce comía y su dueña descansa un rato en el heno o mejor dicho acomodaba algo para hacerlo más cómodo y agradable. Sin embargo.

-auch- dijo pues recibió un golpe de la cuerda que iba a comprar.

-toma, necesito que me lleves a la montaña del sur por favor-dijo Ángel algo nervioso.

-no salgo en la noche-dijo algo molesta- y te faltaron las zanahorias de es ben. (Recibe otro golpe de las zanahorias).

-llévame a la montaña del sur, ahora, ¡AHORA!-dijo con más seriedad y nervioso.

Pero en la montaña del sur, Liam caminaba más calmado en la cima de la montaña (respiro hondo) y…

La nieve brilla esta noche aquí más

Ni una huella queda ya

Soy el rey en un reino de aislamiento y soledad

El viento aúlla y se cuela en mi interior

Lo quise contener pero se escapó

No dejes que sepan de ti

Que no entren, siempre me dijo a mí

No has de sentir, no han de saber

¿Ya qué más da?

Suéltalo, suéltalo, no lo puedo ya retener

Suéltalo, suéltalo, ya no hay nada que perder

Qué más da, ya se descubrió

Déjalo escapar, el frío a mí nunca me molestó

Desde la distancia, qué pequeño todo es

El temor que me aferraba no me va a hacer volver

Soy libre y ahora intentaré sobrepasar los límites

Ya no hay más reglas para mí por fin

Suéltalo, suéltalo, qué el frío reine ya

Suéltalo, suéltalo, no volveré a llorar

Aquí estoy, aquí estaré, déjalo escapar

En las entrañas de la tierra puedo entrar

Mi alma crece y hace espirales sin parar

Y un pensamiento en mí surgió y cristalizó

Ya no regresaré, el pasado ya pasó

Suéltalo, suéltalo, subiré con el amanecer

Suéltalo, suéltalo, la farsa se acabó

Qué la luz se haga otra vez

Déjalo escapar, el frío a mí nunca me molestó.

 

En esos momentos Liam se creó un fabuloso traje con sus poderes, se peinó como en verdad se sentía pues estaba libre sin nadie a su alrededor y al igual se creó su propio palacio de hielo junto a otra de sus creaciones que era Olaf aquel muñeco de nieve con el que jugaba con su hermano Ángel.

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